Stoner es el paradigma de
esta relación entre autor y obra. John Williams recorre, en las páginas de su
novela, la vida de un profesor universitario desde que abandona la casa de sus
padres hasta que, ya retirado, sucumbe ante la inevitabilidad de la muerte. No
hay, en esta historia, nada que la haga única, que la diferencie de las miles
de novelas biográficas que pueden encontrarse en cualquier biblioteca, que la
distinga de la vida de todas esas personas anónimas que pasan por el mundo sin
dejar huella. Pero es maravillosa.
El protagonista es un hombre normal,
un ser humano real que atraviesa las mismas dificultades que podrÃan
interponerse en el camino de cualquiera de sus lectores. La única luz que
brilla en una vida marcada por el fracaso de su matrimonio y el estancamiento
profesional es su amor por la literatura. Stoner es la historia de un
hombre que disfruta con la enseñanza y que ha encontrado, en los libros, lo que
jamás alcanzará en el terreno personal. Y eso es todo.
Cincuenta artistas, han podido realizar sus versiones de importantes obras de la historia del arte universal en esta exposición "El arte en el cómic" llevada a cabo por el escritor Asier Mensuro.
Este muestra se podrá ver en la Sala Municipal de Exposiciones del Museo de la Pasión hasta el dÃa 11 de junio.
El presentador de Telecinco, Christian Gálvez muestra la realidad sobre el autorretrato del artista italiano
Durante muchos años al hablar de Leonardo da Vinci se ha remitido a un famoso cuadro que mostraba al artista italiano de perfil. Se han hecho libros, esculturas, felicitaciones, carteles con ese supuesto autorretrato ¿Y si hoy se descubriese que en realidad no es el Leonardo da Vinci real? Asà es como Christian Gálvez ha llegado con su libro Leonardo da Vinci: Cara a cara, donde ha demostrado que las apariencias engañan y que a dÃa de hoy el más famoso retratista de todos los tiempos ni si quiera tiene cara que mostrar al mundo.
FotografÃa realizada por Celia Gallego durante la conferencia de Christian Gálvez
El cinco de mayo se inauguraba en Valladolid la Feria del libro. Pero este año no es un año cualquiera, sino el 50 aniversario de su inicio. Este año el pregón ha sido dado por Manuel Rivas, el narrador y periodista gallego.
La enciclopedia online más importante abre las
puertas para conocer cómo funciona desde dentro
Para hacer un trabajo, investigar un tema, para conocer más acerca de un personaje histórico. La Wikipedia se ha
convertido en la enciclopedia más importante de Internet y para sus usuarios como Lourdes
Cardenal (Madrid, 1940) resulta un verdadero vicio escribir y empaparse de la
información que allà hay aunque a dÃa de hoy se la siga desprestigiando por “no
ser verÃdica y rigurosa”
Pregunta: ¿Cómo conoció la
Wikipedia?
Respuesta: De manera casual en el año 2003. Por entonces esta enciclopedia en español
llevaba pocos meses en activo.
Incluso cabe la posibilidad de la página de discusión, realmente llamada página
de conversación, propia de cada usuario. Pero todas las conversaciones deben de
ser serias y por una razón concreta, no se admiten discusiones. Siempre diálogo.
P: ¿Ha habido algún
problema o traba con algún usuario?
R: Problemas hay y ha habido muchos, pero siempre hay gente atenta a la
pantalla que lo ve. Hay que atenerse a los llamados 5 pilares de la Wikipedia,
el más importante es la neutralidad. Aquà sólo hay cabida a datos objetivos, nada
de juicios de valor en ninguna de las páginas de la Wikipedia.
P: ¿Es necesaria una
acreditación de experto en una materia para poder escribir en la Wikipedia?
R: No, tú demuestras tu sabidurÃa en un tema con hechos. Redactando en la wiki
de manera correcta y objetiva. Además es muy importante y obligatorio poner las
referencias de prácticamente todo lo que escribes. Autor, obra, fecha y página.
Por otro lado hay artÃculos como biografÃas de artistas poco conocidos, de
futbolistas, es algo complicado referenciar eso ya que son personas que aún
viven, jóvenes y nadie a escrito sobre ellos aún.
P: En 2015 galardonaron a
la Wikipedia con el premio Princesa de Asturias en la categorÃa Cooperación
Internacional, usted fue la representante de España, ¿cómo vivió ese momento?
R: Para entonces habÃa escrito bastantes artÃculos de arte en la Wikipedia en
español, por lo que mi nombre era algo conocido entre los voluntarios de lengua
castellana, además de ser de las personas más antiguas en la Wikipedia y habiendo
sido bibliotecaria hasta hacÃa poco. Me recomendaron como posible candidata a
representar la Wikipedia en español y asà llegó.
Según la RAE la palabra plagio significa copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias. Pero significa mucho más que el simple hecho de copiar algo y hacerlo propio.
Lo tangible se puede copiar. Una imagen se puede robar, incluso hacer captura de pantalla y resubirlo a tu cuenta, pero la originalidad y personalidad no son susceptibles de ser robadas. Las ideas nacen de la mente de una persona y una fotografÃa no es capaz de representarlo. Pero hay veces que ni las marcas de agua son suficientes. Y hay personas que se esfuerzan mucho en aparentar hacer cosas de otros.
Es una lucha sin rumbo, depende del propio sistema de las redes sociales que protejan a los usuarios de este tipo de ataques, porque una idea vale mucho más que algo tangible. Y para un artista, su obra es tan importante como su vida. Las horas de trabajo invertidas se ven truncadas cuando el reconocimiento se lo lleva una persona que simplemente ha hecho copiar y pegar la fotografÃa en su feed
Veinte de abril de dos mil diecisiete, quizá no tan melódico como la letra original. ¿Recuerdas aquella noche? La noche en la que nació esta página, llena de entusiasmo y ganas de hablar sobre cultura.
Veinte de abril, tanto tiempo no es normal asà que hoy resurge el blog, pero nada ha cambiado. Volveremos a hablar sobre arte, exposiciones y letras. Volveremos a crear pequeños, y tÃmidos, artÃculos de opinión.
Veinte de abril del diecisiete, vuelve El rincón de los artistas.
Dicen que la realidad supera a la
ficción; que la mente de un ser humano no puede competir con la inventiva del
azar y de las decisiones colectivas; que, por muchos mundos que ideemos, jamás
podrán compararse con la riqueza del nuestro.
Existe un acuerdo tácito entre
escritor y lector: el primero tratará de sorprender al segundo; el segundo
callará, creerá, sentirá y olvidará. Pero olvidar no significa aquà dejar atrás
cualquier recuerdo sobre la lÃnea argumental, los personajes, el principio de
una historia o su amargo desenlace. Olvidar supone eliminar toda huella de las
emociones que el texto ha logrado infundir en su corazón. AsÃ, cuando llegue el
próximo escritor, con su librito bajo el brazo y su vanidosa sonrisa de persona
realizada, el lector podrá volver a experimentar las mismas emociones, a llorar
con personajes cortados por el mismo patrón, a recrearse en las sonrisas de un
protagonista profundo y profundamente repetitivo.
No todos son asÃ, claro. Pero muchos
sÃ; por eso se ensalzan tanto las figuras de aquellos artistas que logran
salirse de los cánones habituales y diseñar alternativas creÃbles. Pero, a
pesar de todo, ni siquiera ellos podrán nunca transmitir a los ávidos lectores
emociones que no hayan experimentado con anterioridad. Los seres humanos
podemos diferenciar un número limitado de sensaciones, y son estas las que el
artista debe conjugar para alcanzar la meta que se haya marcado. Es por esto
que temas recurrentes como el amor, la amistad o el deseo de venganza
monopolizan los estantes de las mejores bibliotecas del mundo. Son pocos los
libros que no acogen entre sus lÃneas la historia de un hombre solitario, o de
dos tortolitos separados por las circunstancias, o de una mujer obligada a
enfrentarse a la opresora sociedad que nos ha acompañado durante milenios… No
existe un catálogo ilimitado de leitmotives del que se pueda echar mano ante una
situación de bloqueo creativo; tan solo distintas formas de emplearlos.
Diego Artime En ocasiones, muy de vez en cuando, recala en
nuestras manos alguna joya desconocida u olvidada: el legado de una mente
enferma, o de un genio efÃmero y autodestructivo, o de un simple mortal tocado
por la varita de la brillantez literaria. Quizá una mezcla de todos;
probablemente, de ninguno. El caso es que los astros se alinean, los ángeles
nos guÃan y nuestros ojos, esos ojos manchados por la promiscuidad literaria
que llena de best-sellers los
estantes de nuestra librerÃa favorita, se posan sobre un librito usado,
manoseado y enterrado entre una tonelada de papel amarillento. Y Cupido hace el
resto.
Como
lector compulsivo, podrÃa contar con los dedos de una mano las veces que he
tenido la suerte de vivir una situación como esta. Sin embargo, no hace mucho,
Fortuna me concedió el privilegio de asistir al encuentro, romance y matrimonio
ipso facto entre un amigo y un
libertino libro de tapa blanda. Era apenas un puñado de hojas grapadas, escrito
a doble espacio y con márgenes desproporcionados para abultar más; lo único que
podÃa leerse en la cubierta era el tÃtulo: “Paso de contarlo”, bajo el nombre
de un autor desconocido y sobre un fondo grisáceo en el que se adivinaban los
indefinidos rasgos de un rostro a medio dibujar. “Joder, me lo ha vendido”, fue
lo único que pudo decir mi amigo ante tan magnÃfica obra maestra del marketing. Y procedió a pagar la obscena
cantidad de 1 euro por su nuevo compañero de cama.
Y,
a pesar de todo, considero que estoy ante uno de los mejores libros de cuentos
que he tenido la tremenda suerte de poder saborear. Su autor, ya fallecido, era
un humilde profesor con un par de obras publicadas y algún premio de menor
importancia, pero no me arredrarÃa ante nadie al afirmar que lo considero unos
de los mejores escritores (al menos, de relatos) de esta madriguera de huidizos
literatos que es España. Y no puedo evitar entristecerme al pensar en todos
esos autores que, genios, enfermos o henchidos de brillantez, o quizás de todo,
aunque puede que de nada, observan con tristeza el panorama literario y no se
atreven a dar el salto y plasmar, negro sobre blanco, o blanco sobre negro, esa
obra maestra a la que dan cobijo en sus privilegiadas mentes. Porque, no nos
engañemos, llegados a este punto, pasan de contarlo.
Su obra fue realizada desde 1972 hasta 1980 donde se trata la subjetividad femenina en la fotografÃa conceptual. FotografÃas en pequeño tamaño y en su gran mayorÃa monocromáticas. En muchos casos la modelo es la propia fotógrafa que utiliza su cuerpo desnudo para conectar con su espacio de trabajo, explorando el ego femenino.
La colección SAMMLUNG VERBUND nuestra en el Museo Patio Herreriano de Valladolid hasta el próximo 7 de mayo 49 obras de Woodman provenientes de su patrimonio. La colección ha adquirido regularmente fotografÃas de la artista desde su fundación en 2004.
Resulta curioso, el museo casi vacÃo y completamente en silencio. A veces sólo se oÃa el pequeño tintineo de los tacones de una pareja de ancianas que observaba los cuadros de la exposición contigua. Cámara en mano subÃa al segundo piso mientras miraba el plano para continuar mi visita por la exposición Realistas, pero algo me hizo pararme frente a una pared donde hablaba de Francesca Woodman.
Puerta principal a la exposición Francesca Woodman
Los tiempos han cambiado;
Internet se ha convertido en la gran ventana que da a nuestro patio interior,
lo que somos y lo que queremos ser de cara a esas millones de personas que cada
dÃa entran en las redes sociales.
Artistas de todas las disciplinas
han encontrado su rincón donde exponer su trabajo y su producto más importante;
Ellos mismos. Ya no es necesario abrir
una tienda fÃsica donde exponer tus obras, invertir una gran suma de dinero
para pasarte horas y horas frente a un mostrador esperando a que alguien entre
por la puerta, convirtiendo tu gran pasión en un negocio que te quita casi
todas las horas de seguir creando. Internet ha dado una oportunidad de oro a
aquellas personas que antes no podÃan permitirse hacer esto.
Artistas como Albert Sóloviev, Coco
Dávez o David Sadness han creado
su propia página web donde venden sus productos en vez de participar en una
comunidad. En su página además de vender su producto cuentan con su biografÃa,
fotografÃas y un pequeño blog. Esta es otra manera de mostrar tus productos al
mundo, haciendo partÃcipes a los internautas de ellos, una de las cosas más destacables
de la web 2.0.
Pero no todo son cosas buenas las
que trae esta era digital, el hecho de que cualquiera pueda colgar en internet
su trabajo abre la posibilidad a que mucha
gente lo robe, abra una tienda donde venda productos de otras personas de
manera falsa, o se atribuya lo creado por otras personas. No es algo raro ver
cada poco tiempo a una persona pedir que denuncien cuentas en redes sociales
por plagio de fotografÃas, dibujos, o su propia persona.
Puede que para mÃ, alguien sepa hacer arte, pero para la persona que tengo al lado, cuya concepción sea completamente distinta, no sepa hacerlo. A lo mejor todos sabemos, a lo mejor nadie llega a semejante perfección. Los románticos dirán que tan sólo hace siglos se logró hacer arte, como La capilla Sixtina, que el arte moderno simplemente es basura.
La palabra arte esta maldita y nunca sabremos del todo si somos poseedores de ella o no. Pero una cosa está clara en el mundo del arte, que todos somos felices haciendo lo que nos gusta y eso nadie nos lo puede calificar.